Interioridad
A pesar de que Portugal sea un país pequeño, con una distancia a la costa que en su punto más desfavorable no sobrepasa los 250 Km, vive situaciones de interioridad.
En este recorrido desde el litoral hacia el interior irán a revelarse algunas obras de arquitectura donde es visible el apego a la tierra y a la tradición, no de un modo directo y evidente, sino por la incorporación crítica de esos valores en la obra arquitectónica. Desde Vila Nova de Gaia, donde se encuentra la Capilla de Quebrantões hasta Marco de Canaveses, pasando por el pabellón deportivo en Gondomar podemos ver dos obras de Siza y una de José Fernando Gonçalves.
Así, al mirar el paisaje, del litoral hacia el interior, lo entendemos también como un proceso evolutivo consecuencia y espejo de otras transformaciones.